jueves, 6 de octubre de 2011

Andanzas.

Bueno no tengo tan buena memoria como quisiera pero intentaré describir nuestras andanzas del pasado viernes 30 en la peregrinación de la Virgen de las Peñas.    Todo comenzó cuando apenas salí del trabajo a comprar provisiones: Un jugo,agua, galletas, pan, unas papas fritas y pilas para la linterna. Lo justo y necesario según nosotros que ya teníamos ganas  y entusiasmo.
 
El lugar de encuentro fue en el paradero actual es decir Santa María con Diego Portales a eso de las 22:30 desde donde compramos los pasajes a un valor de 5.000 pesos (ida y vuelta) y nos subimos a la primera micro que encontramos. El camino en micro fue sin sobresaltos mas entre tantas ideas y proyectos relacionados con DestinoArica fue bastante corto, hasta al fin llegar al paradero de Chamarcusiña, mochila lista linterna lista, caminemos . vamos!!    El entusiasmo también fue porque más allá estaban los SSHH,(250 pesos),  además de puestos de venta de comidas, y provisiones, al inicio del recorrido nos encontramos con los carabineros registrando los bolsos para asegurarse del no ingreso de bebidas alcohólicas, en ésta zona aún iluminada por los negocios se podía apreciar la gran cantidad de jóvenes que asisten, además de familias y hermanos del vecino país armados de sus Incakolas dando color y unidad a ésta tradición Ariqueña.
José Luis que llevaba rato sin venir estaba encantado con el cielo que dejaba ver claramente el techo estrellado, apagando la linterna por un momento, hasta que, al paso de un señor bastante alcoholizado capto nuestra atención viendo asustados su irresponsabilidad considerando las condiciones del camino que ya ha cobrado vidas anteriormente, pero bueno,  así fue como entre puentes, tropezones, bromas e historias llegamos tipo 5 de la mañana  al santuario en donde una banda y bailarines alegraba el ambiente entre carpas, dormitorios improvisados sobre el suelo, más locales y más carpas. Tras el saludo a la virgen, nos fuimos a descansar, el lugar escogido fue a un costado de la iglesia en donde el frió no era tanto, comimos las papas fritas e intentamos dormir sin que nos pase nadie por encima, bueno entre intento e intento llegaron las 7:00 de la mañana (habremos dormido máximo 45 minutos) así que fuimos  a tomar un café caliente  por 500 pesos cada uno más las galletas para hacer más agradable el sentir frió, planeamos nuestro próximo destino, el sitio arqueológico Pubrisa, éste sitio no es muy conocido, de hecho lo descubrí (dijo el patudo) curioseando en el Google Earth unas construcciones extrañas y más la ayuda de San Google supe de que se trataba, "Gracias por el café aquí tiene 1000 pesos, Quédese con el cambio" manos a la obra José.

Nos dirigimos por un lado del rió buscando algún acceso que no exigiera dar un salto acrobático ni tener que mojarnos o ambas, hacia un frió terrible. Pero pronto salió el sol así que patitas al agua, bueno en realidad y debido al frió zapatillas al agua pero bueno faltaba acostumbrarse no mas a la sensación de caminar chapoteando para llegar tras varios cruces a lo que pensamos era el acceso al tal Pubrisa, nos encaramamos en un cerro y no fue hasta que peligrosamente resbale a causa del mal terreno y mi compañero que paso algún otro susto más, nos dimos cuenta que la cosa estaba más allá. 

Unos metros más arriba y por un acceso bastante sencillo llegamos hasta Pubrisa, José que a esta altura ya no me creía,  se entusiasmo y tomo tantas fotos pudo, yo por mi parte observando, fotografiando los vestigios (huesos, tejidos, Maiz) y haciendo tomas en vídeo de un lugar que SI merece la pena visitar, entre el trayecto de pubrisa al santuario no se hará más de 30 minutos. Resulta sobrecogedor estar entre la historia que se escribió entre nuestros cerros muchos años atrás, cada cosa despierta nuestra curiosidad imaginando por un momento el real proposito de estas construcciones, seria muy  bueno que alguien se preocupe de su restauración, pero también de su cuidado y tengan los visitantes el suficiente respeto y la tan protestada y movilizada "Educacion"  para no agotar nuestro ya maltrecho potencial arqueológico.